La silueta de este tipo de zapatos representa en si misma toda una declaración de intenciones en las que se hace evidente el interés por el buen diseño. Pueden resultar algo “atrevidos”, su doble hebilla los ubica en un fondo de armario informal en el que deben estar acompañados de pantalones algo más estrechos, quedando ligeramente por encima del zapato haciendo evidente el detalle de la hebilla para que no se vea un zapato totalmente lizo. Para evitar que el bajo se enrede con las hebillas, es preferible el pantalón de traje con vuelta. Sartorialmente hablando son muy versátiles, se ven bien con los looks de sastrería más clásicos o con jeans de corte slim preferiblemente sin procesos ni desgastes.
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